Una de las
primeras cuestiones que se pregunta la persona que viene a
recibir una sesión
de Reiki es qué se siente con el Reiki.
Evidentemente cada persona es distinta
de otra y las circunstancias y
proceso de cada cual también lo son y esto hace
que se tenga diferentes
reacciones ya que también se percibe
la energía de forma diferente.
Por consiguiente las sensaciones pueden
ser de lo más variado.
Existen
algunas sensaciones que son más comunes que otras como por
ejemplo el sentir
paz, calor o frio, visualización de formas y colores,
revivir experiencias… y
existen otras que son más especificas.
Abajo te
explico de forma más detallada las reacciones más frecuentes:
– Sensación de fiebre o pequeña calentura: Esto
suele darse en personas
que tienen su sistema energético sensible a la entrada
de la energía Reiki.
Es frecuente sentirlo en las iniciaciones de los tres
niveles. Puede ser que
esta sensación dure de 12 horas a 24, llegando a tener
una temperatura
corporal máximo de 37.2grados.
– Cuerpo muy tenso. Es poco frecuente y cuando
aparece es en la zona
donde hay mayor estrés.
– Necesidad de orinar. Esto se da con bastante
frecuencia, especialmente
al terminar una sesión de Reiki. La pérdida del
control y la salida de un
poco de orina es un caso más raro, especialmente
cuando el paciente está
acostado de lado. Es recomendable que antes de comenzar
la sesión la
persona satisfaga esta necesidad fisiológica. Si aún así esto
sucediera
durante la sesión, lo ideal es no darle ninguna importancia.
– Acceso de tos o mucosidad nasal. Es frecuente estas sensaciones.
Significa
que la energía está haciendo su labor, desechando aquello que
le estorba en
cualquiera de los planos: físico, mental-emocional.
Cuando esto sucede es
recomendable tomar líquidos (no refrescos o café).
– Alteración en el funcionamiento digestivo. Este
estado es similar al
anterior. Van desde regurgitaciones, ruidos instestinales,
flatulencias, deseo
de comer o apetito. Todas ellas significa que la energía
está trabajando
correctamente y no hay que darle mayor importancia.
– Acceso de llanto. Bastante frecuente en la
terapia de Reiki, especialmente
cuando se trabaja el chakra timo-corazón. Se da
con distintas intensidades.
Puede ser desde un lagrimeo ligero al llanto con
profundo dolor.
Lo más recomendable es dejar a la persona contactar con sus
sentimientos
y permitir que aflore este llanto sanador. En caso de que no se
pueda
controlar esta situación, lo indicado por parte del reikista será poner
las
manos en el plexo solar para detener el fluir de las emociones y permanecer
en un estado de calma.
– Necesidad de tragar saliba o quitar algo que estorba en la
garganta.
Sensación poco frecuente. Está relacionada principalmente
con lo que
queremos decir y no hacemos, con la angustia, el miedo… Lo
ideal es dar
reiki a la garganta hasta que esta sensación desaparezca. Se
presenta al trabajar posiciones de cabeza, cuello, timo-corazón, hígado, plexo
solar, bajo vientre.
riñones y cóccix.
Recogido de http://www.tutiendareiki.com
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