El juego de los dones y talentos
Hace tiempo, cuando en bachillerato artístico estudiamos la
asignatura de historia del arte,
aprendí una gran lección que
va más allá del libro de texto y las diapositivas
de obras de arte.
Aprendí el valor que está tras las cosas.
Antes, cuando no
tenía conocimientos sobre arte, veía un cuadro,
escultura, una catedral, una
joya… y mi gusto estético es el que
evaluaba y apreciaba la obra (me gusta o no
me gusta).
A medida que
estudiamos diferentes artistas, fuimos interiorizando
en su obra, aprendimos el
uso de las técnicas de cada uno, el
color que utilizaba, las formas, el
material, todo el conjunto global
que pieza a pieza, como un puzzle, formaban
ese “todo”, esa obra
de arte.
Cuando
desglosamos la obra, una parte del aprendizaje era
ahondar en la vida del autor
(biografía, costumbres, época…).
Al ver todos los pequeños fragmentos que hay
detrás de una
obra, se abrió un universo ante mí… Entendí que cada obra estaba
llena de VIDA! cada una de ellas me transmitían vida y una
gran historia
detrás.
Aprendí el valor de la expresión a través del arte. Aprendí
Aprendí el valor de la expresión a través del arte. Aprendí
que detrás de cada
obra hay una persona (o varias) que nos
han dejado su corazón en ellas. Aprendí
que ser creadores
es expresar lo que somos.
Cada uno de
nosotros venimos con dones y talentos, que son esas
cosas que hacemos y nos
salen de forma natural, que no
nos supone esfuerzo llevar a cabo, las hacemos
con soltura,
no tienen por qué ser “cosas muy grandes” y “espectaculares”,
pueden ser un don o talento desde tener la habilidad
innata de saber cocinar y
disfrutar preparando una
ensalada a tener la capacidad de plasmar lo que
sientes en
un cuadro, hay miles de dones y talentos!
No se hacen para
buscar el reconocimiento exterior, no
vienen desde la avaricia, no son para
impresionar a
nadie sino para expresar lo que cada uno somos, no tienen
una
finalidad, una meta, sino que la propia expresión es la
finalidad.
Por ejemplo, mi
hermano Fran (bajo mi percepción) veo
que sus dones y talentos son la capacidad
de disfrutar
cocinando, la música en general y la percusión en
particular le
fluye de forma espontánea y natural, la
agricultura con sus ciclos y sus
procesos naturales, la
habilidad de unir y organizar “masas de gente”,
asociaciones…
En mi caso
reconozco como mis dones y talentos en
especial la creatividad, expresada en
forma de
indumentaria, saber expresar lo que soy y lo que siento
en piezas de
ropa, la capacidad de “embellecer” a las
personas y los espacios. La
introspección y el don de saber escuchar.
Te propongo un juego:
Observa en ti qué
cosas te gusta hacer y te salen de
forma natural, sin esfuerzo y sin sentirte
obligado, que te
“sale sin querer” y disfrutas cuando lo haces, que pasa el
tiempo y no te das cuenta mientras haces eso…
Quizás al
principio te sea más fácil ver los dones y talentos
de los demás, de tus seres
cercanos, fíjate cómo esa persona
cuando expresa uno de sus dones y talentos se
ve feliz y tranquila…
Los dones y
talentos están dentro de cada uno para ponerlos
sobre la mesa, no para
esconderlos en un cajón…
Sin esperar ningún reconocimiento sólo para expresar…
¿Puedes reconocer
tus dones y talentos?
(del blog de
Emilio Carrillo)
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