Hace pocos dias, una amiga me aconsejo un libro, y aunque todavia no lo he
terminado de leer, no me resisto a compartir con ustedes, un fragmento del
libro de Anita Moorjani "Muero por ser yo".
Como una metafora puede ayudarnos a entender que "nuestra realidad" es solo
eso, y que aunque no lo percibamos hay mucho más por descubrir. Esto es
solo una pequeña muestra de los bonitos mensajes que contiene este libro.
............Imagínense
una inmensa y oscura bodega. Allí viven ustedes y usan apenas una
linterna pequeña para ver. Todo lo que conocen acerca de lo que contiene
este espacio enorme es lo que han visto mediante el haz de esa
linternita. Cuando ustedes quieren buscar algo, puede que lo encuentren o
no, pero eso no quiere decir que la cosa no exista. Está ahí pero
ustedes simplemente no la han enfocado. Y aunque lo hayan hecho, puede
ser difícil distinguir el objeto que ven. Pueden tener una idea más o
menos clara de lo que es, pero a menudo se preguntan qué es. Sólo pueden
ver lo que enfocan con su linterna hasta identificar aquello que ya
conocen.
Esto es similar a lo que pasa en la vida física. Somos
conscientes únicamente de lo que enfocamos con nuestros sentidos durante
un tiempo y podemos entender solamente lo que ya nos es familiar.
Luego,
imaginen que un día alguien enciende todas las luces. Ahí por primera
vez, de pronto en un estallido de brillo, sonido y color, pueden ver la
bodega completa, y no se parece a nada que jamás hayan imaginado. Las
luces parpadean, brillan y sacan chispas rojas, amarillas, azules y
verdes. Ven colores que no reconocen, unos que nunca han visto antes y
una melodía envolvente y caleidoscópica inunda el recinto con sonidos
jamás antes escuchados.
Señales de neón pulsan en un arco iris de
colores cereza, limón, bermellón, uva, lavanda y oro. Juguetes
eléctricos corren arriba y abajo en rieles y alrededor hay repisas
llenas de cajas de colores indescriptibles, paquetes, papeles, lápices,
pinturas, tintas, latas de comida, paquetes de dulces, botellas de
bebidas gaseosas, chocolates de todas las posibles variedades, champaña y
vinos de cada rincón del mundo. Explotan de pronto cohetes lanzando
flores centelleantes, cascadas de fuego frio, brasas sibilantes y luces
animadas.
La vastedad, complejidad, profundidad y amplitud de todo lo
que está pasando a su alrededor son sobrecogedoras. La vista se pierde
en el horizonte pero saben que existe mucho más de lo que pueden
asimilar de este torrente que exacerba sus sentidos y emociones. Ustedes
tienen un fuerte sentimiento de ser realmente parte de algo vivo,
infinito y completamente fantástico y de ser parte del gran tapiz que se
desenrolla y que va más allá de la vista y del sonido.
Entienden que lo que pensaban que era su realidad, de hecho no era más que una mera brizna dentro de la inmensa maravilla que los rodea. Pueden ver cómo todas las diversas partes se interrelacionan, cómo ellas juegan entre sí y cómo todo encaja. Se dan cuenta que existen tantas cosas diferentes en la bodega que nunca antes habían visto, que ni siquiera en sueños habían imaginado con semejante esplendor y gloria de colores, sonidos y texturas –pero ahí están, junto a lo que ya conocían. Aún esos objetos, tenían un contexto nuevo y completo: también aparecían como nuevos y súper reales.
Aunque la iluminación general se apague, nada podrá quitarte tu entendimiento y claridad, la maravilla y la belleza, ni la vivacidad fabulosa de la experiencia. Nada jamás podrá anular el conocimiento de todo lo que existe en la bodega. Ahora estás mucho más consciente de todo lo que allí existe, de cómo acceder a ello, comparativamente con lo que antes lograbas a través de la linternita. Ustedes permanecen con el sentido de gran admiración por todo lo que han experimentado en esos momentos lúcidos y enceguecedores.
La Vida ha tomado un significado diferente y sus nuevas experiencias se crearán a partir de esta nueva consciencia........
Gracias Pepi por tu recomendación.
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