El desarrollo del individuo y de cada uno de los Chakras a lo largo de
nuestra existencia, constituirá nuestra historia evolutiva. Y la sucesión cronológica
de cada una de las fases dependerá de cada sujeto en particular, y afectará a los
Chakras que estemos desarrollando en cada etapa.
El Chakra primero, se desarrolla a partir
de los seis meses hasta los nueve. Esta vinculado con la supervivencia y el desarrollo. Al
ser la fase de mayor crecimiento corporal, el niño se centra en sentirse seguro y confiar
en el mundo, recibiendo la provisión a sus necesidades. Necesita total protección.
El Chakra segundo, desde los seis a los
veinticuatro meses. En esta etapa el niño experimenta las sensaciones y las emociones.
Controla su motricidad y los sentidos le ayudan a conocer el mundo que le rodea. Necesita
contacto protector, pero libertad.
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El Chakra cuarto, de los tres a los seis
años. Es el momento en que el niño trata de autoafirmarse en la familia y el mundo en
general. Las relaciones y juegos con otros niños toman una mayor importancia ejerciendo influencia sobre su personalidad futura.
El Chakra sexto; de los ocho a los doce
años. El Chakra de la imaginación. El niño empieza a tener una imagen interna del lugar
que ocupa en el mundo. Esta aprendiendo a través de la propia experiencia y la
comunicación a distinguir las pautas sociales con mentalidad abierta. Es importante en
esta etapa se le ayude suministrándole información y experiencias, ayudándole a
desarrollar la imaginación creadora sin anular las percepciones infantiles, es ahora
cuando desarrolla facultades intuitivas y extrasensoriales.
El Chakra séptimo, de los doce años en
adelante. Con la activación del Chakra espiritual entramos en la búsqueda del
conocimiento a través del aprendizaje junto con el raciocinio y el acopio de
informaciones recibidas estamos en condiciones de asimilar todas las experiencias pasadas
y futuras para crecer plenamente. Es preciso un ambiente intelectual estimulante, en el
que se le enseñe a pensar por sí mismo.
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